La primera visita del niño al dentista es esencial para que aprenda a cuidar su salud bucodental. Según se desarrolle esta primera visita al dentista será la futura relación odontólogo-paciente.
Si ésta es agradable, dejará en el pequeño un buen recuerdo y conseguirá que se preocupe de cuidar su salud bucodental
A lo largo de este post, te contamos por qué es importante esta primera visita así como cuándo es recomendable comenzar a llevar a los niños al dentista y con qué frecuencia.
La primera visita al dentista puede llegar a ser estresante para el niño, ya que se expone a una situación nueva y desconocida, que en ocasiones puede ser incluso traumática.
Por ello, lo más importante es que la primera visita del niño al dentista se produzca lo antes posible.
Lo ideal es que tenga lugar en torno a los dos años y que no se asocie a ningún tipo de tratamiento, es decir, que sean simples visitas de revisión, para que se familiarice con la clínica dental: el sillón dental y sus movimientos, el material que utiliza el odontólogo para explorar su boca, el personal auxiliar de la clínica que harán sentirse al niño seguro y a convertir la visita en algo divertido.
¿Con qué frecuencia debe acudir el niño al dentista?
Lo más adecuado es realizar dos visitas al año junto con el niño. En ellas se revisa su salud dental, sus hábitos alimenticios y de higiene dental. En esas visitas además es importante enseñarle lo divertido que es cepillarse los dientes de forma correcta así como recomendar un dentífrico adecuado a la edad del niño.
El dentífrico se usa a partir de los dos años, antes se debe cepillar sin pasta.
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