En artículos anteriores hemos puesto nuestro foco de atención en la salud bucodental de los más peques y en las diferentes etapas de la vida como puede ser el embarazo y las consecuencias que podían tener para la salud bucodental de las mujeres en este caso, así como una serie de consejos y pautas para evitar enfermedades bucodentales.
Nunca habíamos hablado de las consecuencias del paso del tiempo en nuestros mayores y los efectos que puede tener por ejemplo, la menopausia en la salud bucodental de quien la padece. En este artículo abordaremos de lleno este problema y daremos una serie de consejos para prevenir futuras complicaciones.
La menopausia, afecta a las mujeres de entre 45 -55 años de edad. Sobre esta edad la mujer sufre un descenso en la producción de hormonas, ocasionándole en la mayoría de los casos una serie de síntomas tales como sofocos, dolores de cabeza, irritabilidad… pero también en esta etapa de la vida de la mujer, es muy propensa a sufrir problemas bucodentales.
Las principales dolencias bucodentales asociadas a la menopausia son las siguientes:
1. Sequedad bucal. Es una de las principales molestias que presentan las mujeres en esta nueva etapa de sus vidas. Las glándulas salivales producen menos saliva, lo que puede provocar grandes consecuencias en la boca, ya que la función principal de la saliva consiste en mantener los tejidos de la boca húmedos contribuyendo a su vez a que la boca esté más libre de bacterias. La ausencia de saliva, además de producir dificultades a la hora de hablar, relacionarse, saborear alimentos, tragar… puede ocasionar problemas de caries y/o halitosis (mal aliento).
2. Síndrome del ardor bucal. Es también una de las principales consecuencias de la menopausia en la salud bucal de las mujeres que la sufren. Se identifica por una quemazón contínua en la lengua, encías y labios.
3. Gingivitis descamativa. Es una de las dolencias que más dolores de cabeza puede causar al paciente, provocando sangrado de las encías e hipersensibilidad, ante la ingesta de bebidas o alimentos fríos o calientes.
4. Caries radiculares. Esto es una consecuencia de la gingivitis descamativa y la sequedad bucal; al verse la raíz del diente expuesta y la falta de humedad en la boca, la probabilidad de caries aumenta. Si no se trata a tiempo, puede ocasionar incluso la pérdida de piezas dentales.
Para prevenir en la medida de lo posible estas dolencias, recomendamos realizar una muy exhaustiva higiene dental diaria. Recordad que no es suficiente sólo con el clásico cepillado de dientes, sino que es importante hacer hincapié en el uso del hilo dental así como de colutorios.
En los casos en los que los síntomas principales sean el ardor y/o sequedad bucal, recomendamos evitar el tabaco que puede acentuar aún más los síntomas, beber mucha agua y si es necesario, recurrir a sprays o colutorios para tener siempre la boca hidratada.
Utilice pasta de dientes con cepillos de cerdas suaves para así dañar lo menos posible las encías y el esmalte de los dientes.
Y el mejor consejo que podemos dar es que tenga un control extremo de su salud bucodental, para ello es necesario visitar a su dentista cada 6 meses.