Sabemos lo importante que es para disfrutar de una buena salud bucodental tener unas ciertas rutinas y sobre todo unos hábitos que sean saludables para ayudar a nuestro organismo a evitar la aparición de caries y otras enfermedades dentales.
En el siguiente artículo vamos a enumerar una serie de hábitos necesarios que debemos inculcar a los niños desde una edad bien temprana y así de esta manera lo adoptarán como parte de una rutina diaria de higiene.
1.- Dar ejemplo. Este es uno de los más importantes hábitos que debemos tener en cuenta como padres, ya que los niños tienden a repetir las conductas de los más mayores sobre todo sus padres. No debemos olvidar que los progenitores son nuestros modelos a la hora de llevar a cabo una conducta. Por ello, aconsejamos que nuestra higiene dental la hagamos en compañía de los peques.
2.- Cepillarse los dientes 3 veces al día. Al hilo del consejo anterior, es importante inculcar la cultura de higiene a los niños desde bien pequeños y que sepan lo necesario que es mantener la boca limpia durante todo el día. Para ello es importante cepillarse los dientes por la mañana, después de comer y por la noche, haciendo hincapié en la lengua, ya que es un reservorio de bacterias y de no lavarse bien, es una de las principales causas de mal aliento.
3.- Cepillarse al menos 2 minutos. Acompañar a nuestros hijos mientras se cepillan los dientes, además de dar ejemplo, sirve para controlar que el tiempo que le dedican es correcto. Para eliminar gran parte de las bacterias que se alojan en nuestra boca, se deben cepillar los dientes durante al menos 2 minutos. Otra buena opción para controlar el tiempo del cepillado sería poner un temporizador o reloj de arena (divertido para los niños).
4.- Elegir el cepillo de dientes adecuado y cambiarlo cada 3 meses. Los niños deben sentirse cómodos a la hora de su cepillado, para ello es recomendable que el cepillo que utilicen sea adaptado al tamaño de su mano y de cerdas de dureza suave o media para así evitar que se dañen las encías. Se recomienda sustituir el cepillo de dientes cada 3 meses aproximadamente, ya que las propiedades de las cerdas comienzan a mermar provocando que el cepillado no sea correcto. Además, los niños tienden a jugar con el cepillo mordiendo las cerdas llegando incluso en muchos casos a romperse, por ello para un cepillado óptimo se debe sustituir por uno nuevo cada 2- 3 meses.
5.- Buena alimentación. Dicen que somos lo que comemos por ello es vital que aportemos a nuestro cuerpo aquellos nutrientes que le sean necesarios. Centrándonos en el cuidado bucodental, es fundamental que llevemos una dieta rica en calcio, fosfatos y vitaminas, además de ingerir gran cantidad de agua. De esta manera generamos más saliva, reducimos la acidez y las bacterias en nuestra boca y como consecuencia de todo ello, se reduce muy notablemente la aparición de caries. Así como hay que llevar una dieta equilibrada, es muy importante reducir el consumo de azúcares e hidratos de carbono, y de consumirlos, deben cepillarse los dientes justo después.
Éstos son los mejores amigos de las bacterias y son sus alimentos preferidos para atacar a los dientes. Alimentos como chocolatinas, helados, galletas, refrescos, chuches… tienen una gran cantidad de azúcares que contribuyen a la aparición de ácido en la placa que se adhiere al esmalte pudiendo causar la destrucción de éste y la aparición de caries.
6.- Uso de colutorio con flúor. Es importante que los niños utilicen dentífricos y colutorios con flúor en aquellas ciudades o regiones donde el agua corriente no se encuentra fluorada.
7.- Visitar a nuestro dentista 2 veces al año. La boca de los niños está en continuo cambio; la caída de los dientes de leche, la erupción de los definitivos, la aparición de caries… por todo ello es necesario visitar a nuestro dentista y controlar que la salud bucodental de los más pequeños es correcta.
Esperamos que estos prácticos y sencillos consejos les sean útiles y ayudan a mejorar la salud bucodental de los más pequeños de nuestras casas.