Ya está aquí septiembre y con él viene la vuelta a la rutina, la temida Vuelta al cole. Septiembre es para muchos un mes de nuevos propósitos, de nuevas metas, de volver a empezar.
Comenzamos la puesta a punto para afrontar esa “vuelta al cole” con el máximo de energía; ¿¿por qué esa puesta a punto no la comenzamos en el dentista??
Después del verano, nuestros dientes se resienten. Son unos meses donde la alimentación cambia, y la ingesta de dulces, refrescos… se incrementa. En ocasiones, descuidamos nuestra higiene dental ya que son muchas las comidas las que se realizan fuera de casa. Por eso, septiembre es un buen mes para realizar una revisión dental completa y comprobar que todo está en orden.
Para evitar la fobia al dentista, es importante que nuestros peques acudan al dentista desde muy temprana edad. La primera visita se recomienda a partir de su primer cumpleaños. Si incluimos esta rutina dentro de la vida de nuestros hijos, éstos verán la visita a su dentista como algo bueno.
La vuelta al cole es un buen momento para realizar un cambio de cepillo de dientes. Puedes hacer partícipe a tu hijo/a haciendo que sea él mismo el que elija cuál va a ser su cepillo de dientes para los próximos tres meses; de este modo estará más motivado para su rutina diaria del cepillado dental.
Es probable que tu hijo haga uso del comedor del cole o escuela infantil. Es muy importante mantener una correcta alimentación para garantizar una salud bucodental eficiente. Por ello, es fundamental que revises el menú diario de tu pequeño/a y planifiques bien qué va a llevar al cole para comer a media mañana o para la merienda.
Nuestro consejo es evitar los zumos, bebidas chocolateadas o bollería industrial por su alto contenido en azúcares. Una buena opción, es incluir en su fiambrera una pieza de fruta cortada en pequeños trozos, un bocadillo o sándwich.
No olvides la importancia de la limpieza dental después de cada comida, por eso si tu hijo realiza la comida en el comedor escolar, recuerda incluir también en su mochila, un KIT de Cepillado, especialmente si lleva algún tipo de ortodoncia, para que una vez haya finalizado de comer, continúe su hábito de limpieza de los dientes, también fuera de casa.