Es muy probable que muchos de vosotros al leer este Post os sintáis identificados o hayáis sufrido en alguna ocasión el Herpes Labial, también llamado “calentura” pero a qué se debe su aparición y cómo podemos remediarlo.

El herpes labial es una infección alrededor de la boca, en la nariz o en la barbilla, debido al virus del herpes simple (VHS-1), suele presentar un aspecto similar a unas ampollas pequeñas y bastantes dolorosas, llenas de fluidos.

La infección también puede afectar a las encías, la faringe, la lengua, el paladar, la parte interna de las mejillas e incluso en algunas ocasiones, al cuello y el rostro.

Alrededor del 80% de la población mundial es portador de dicho virus, normalmente es contraído en la infancia, quedado éste latente hasta la aparición de factores que provocan que el virus “despierte”.

El virus del herpes simple, afecta tanto a hombres como a mujeres, pudiendo tener alrededor de 2 o 3 brotes al años, aunque esto depende mucho de la persona, ya que hay quien no lo presenta con tanta frecuencia y al revés.

Al tratarse de un virus, su contagio es muy fácil, sobre todo cuando la calentura ya es visible, aunque también es posible que el virus aparezca en la saliva días antes de la aparición de las ampollas, favoreciendo el contagio a través de la saliva, del contacto íntimo con la persona afectada, o tocando una lesión de herpes abierta o algo que haya estado en contacto con el virus como puede ser una servilleta, una toalla, cubiertos, maquinillas de afeitar…

 

El virus del herpes simple puede permanecer latente mucho tiempo, pero hay factores determinantes para su activación, tales como sufrir una época de estrés y/o cansancio, cambios hormonales como puede ser la menstruación en las mujeres o una bajada de las defensas a causa de resfriados, infecciones o estados febriles.

La ingesta de medicamentos como los antibióticos también puede originar que el virus despierte.

En definitiva,  cualquier circunstancia que debilite nuestro sistema inmunológico, tendrá un mayor riesgo para que el herpes se reactive.

 

¿Cómo identificamos que estamos ante un caso de herpes labial?

El brote del herpes labial se divide en cinco fases claras:

  • Hormigueo, picor y dolor en los labios entre 6 y 8 horas antes de que aparezcan las lesiones.
  • Aparecen pequeñas ampollas llenas de fluido que suelen ser dolorosas.
  • Las ampollas se rompen formando una placa purulenta. Es la fase más dolorosa del herpes labial y la más contagiosa.
  • Costra. Se forma una costra seca que en el caso de que se rompa produce picor, escozor y sangrado.
  • Cicatrización.La costra se descama y el herpes labial cicatriza por completo.

Una vez ha remitido la infección el virus del herpes simple queda latente en las células de los nervios de la cara, a la espera de una nueva caída de las defensas para atacar con una nueva infección.

Tratamiento:

Aunque el virus del herpes labial no tiene cura, en la infección primaria, (que es la más dolorosa y molesta), el médico puede prescribir tratamientos antivirales en las primeras 72 horas, como el Aciclovir en pomada para atenuar los efectos del virus tras la aparición de los síntomas, obteniendo una reducción considerable de la duración de la infección y de los síntomas.