EL RATONCITO PÉREZ:

Como comentábamos en artículo anteriores, la caída de los dientes de leche para ser sustituidos por los dientes definitivos, suele presentarse alrededor de los 5-6 años de edad aproximadamente.

Para muchos niños y niñas, puede resultar algo traumático, se asustan al ver que les falta un diente y no saben realmente qué ocurrirá después. Por este motivo, nació el cuento de El Ratoncito Pérez, quien se lleva los dientes que dejan debajo de la almohada los niños, y los sustituye por una moneda o un regalo.

El cuento de El Ratoncito Pérez, es un cuento muy arraigado en los hogares españoles, e incluso también en hogares de otros países como Latinoamérica.

Este cuento nace 1894, obra de Luís Coloma, tras un encargo de la Reina María Cristina cuando su hijo Alfonso XIII, por aquel entonces un niño de 8 años de edad, se le cayó un diente. Ante la tristeza que presentaba el joven Rey, su madre quiso regalarle un cuento para que se calmara, fue entonces cuando nace la historia del Ratoncito Pérez.

Coloma, narraba en su cuento la historia de un pequeño ratón que vivía en una caja de galletas junto a su familia. Se llamaba Pepito Pérez, y se trataba de un joven ratón muy inquieto al que le gustaba salir por la noche y visitar a los niños de la ciudad. Durante toda la noche, el pequeño ratoncito, caminaba por las tuberías hasta llegar a los hogares donde los niños ya dormían.

Una noche, llegó a parar a la habitación del rey Budy (Rey Alfonso XIII), hijo de María Castaña (Reina María Cristina). El pequeño rey dormía cuando un estornudo le despertó, causado por las cosquillas que le hizo la pequeña cola del ratón en su nariz, convirtiéndole a él también en un hermoso ratón.

Se hicieron amigos, y esa misma noche decidieron explorar juntos la ciudad. Pronto esa alegría fue transformándose en tristeza cuando al visitar los demás hogares, el joven rey Budy, se dio cuenta que había niños que no tenían toda la riqueza que él poseía; esos niños eran mucho más pobre que él. El Ratoncito Pérez, para consolar al rey, intercambió el diente de leche de uno de los niños por una moneda.

Fue a partir de este momento cuando Budy, todas las noches salía junto con su amigo el Ratoncito Pérez, a recorrer las tuberías y visitar los hogares de los niños a los que se les había caído un diente, dejándolas unas monedas a cambio de sus dientes de leche.

En la actualidad, existen muchas versiones de contar esta historia, pero todas coinciden en el mismo objetivo, hacer de este momento, un momento único y especial para el niño y que de esta manera éstos no sientan la pérdida de la pieza dental como algo negativo, sino todo lo contrario.

¿Cómo le contáis vosotros a vuestros hijos esta historia?

Imagen: http://blog.clinicaaranchaotero.com